El Bichi-Bachi es una técnica de pesca de Japón que se caracteriza por su animación "violenta" pero muy productiva. El Bichi-Bachi se usa desde la orilla o la barca para pescar todos los cefalópodos: pulpos, sepias y calamares. Estas dos últimas especies son las más buscadas por los pescadores, ya que están presentes en abundancia en nuestras costas cuando las temperaturas caen. El mejor momento para buscar calamares es de noviembre a marzo y de enero a mayo para la sepia. Estas dos especies están cerca de nuestras costas en esta temporada principalmente para reproducirse, pero no dudan en hacer un pequeño desvío para alimentarse cuando un señuelo bien presentado pasa frente a los tentáculos.

 

 

Estos cefalópodos se pueden encontrar en casi todas partes cuando las condiciones son adecuadas, pero la técnica del bichi-bachi requiere una profundidad de menos de 20 metros para resultar efectiva. Cuando se pesca desde la costa, las áreas iluminadas son las más interesantes porque concentran peces pasto y nuestros depredadores pegajosos favoritos. Un embarcadero, un muelle o un dique servirán siempre que la profundidad sea mayor de 1 metro para que nuestros señuelos puedan moverse libremente. También es posible tentarlos en la costa rocosa en la oscuridad total si la profundidad es suficiente a distancia de lance, mínimo de 3 a 4 metros.

En términos de equipamiento, es necesario tener una caña adaptada al bichi-bachi como la Emeraldas ST, la Infeet, la S o la Emeraldas AGS para los más exigentes. La acción de estas cañas ofrece una sensibilidad infalible y también permite animar nuestras jibioneras en el mejor de los casos sin arriesgarse a que se desclaven en la lucha o en el momento de clavar. Una caña de más de 2,40m será perfecta para aumentar las distancias de lance y cubrirá más terreno, lo que aumentará nuestras posibilidades de captura.

Para equipar esta caña, necesitarás un carrete adecuado, un carrete muy ligero como los tres Emeraldas Air LT, MX y V LT con un tamaño entre 1000 y 3000 con un freno ATD que ofrecerá una precisión y fluidez para nada insignificantes.

Equipa este carrete con un trenzado J-Braid entre 6 y 10 centésimas o el nuevo trenzado Emeraldas dedicado a la pesca al eging (disponible del 5 al 8/100). Al usar un trenzado multicolor que, como el Emeraldas, cambia de color cada 10 metros, podrás ver la distancia a la que el cefalópodo se ha atrapado y así poder pescar la misma área al próximo lance.

¡Estás listo para enfrentarte a los depredadores de 8 brazos!

 

 

Ahora que estás equipado y sabes dónde ir, sólo queda saber cuándo. Las sepias y los calamares son depredadores con una tendencia nocturna, los mejores períodos son el amanecer y el atardecer, pero permanecerán en el área la mayor parte de la noche en busca de presas. Es mejor elegir y cambiar las jibioneras regularmente durante una sesión para maximizar las posibilidades de captura. Los tamaños y colores son parámetros que pueden marcar la diferencia entre una sesión de baja productividad y la mejor noche de tu temporada.

 

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Para almacenar tus jibioneras, piensa en un equipaje dedicado expresamente a ello porque si no, los señuelos se pueden atascar rápidamente... Por ejemplo, los bolsos con un casillero interior de plástico son ideales, como la bolsa banana Emeraldas o El bolso de hombro. Finalmente, también hay un pequeño archivador que puedes meter en tu bolsa: el kit Emeraldas para almacenar hasta 10 jibioneras.

Ahora conoces todos los conceptos básicos de esta pesca, que puede reservarte sorpresas muy agradables. Una buena chaqueta y una gorra te permitirán pasar todo tu invierno a orillas del agua cuando todo lo que queda para pescar son los cefalópodos...