Aquí estamos hoy, en el Sena. Son los primeros días de enero y me acompaña mi amigo Romain. Las temperaturas suaves anuncian un día agradable. El nivel del Sena ha bajado bastante durante algunas semanas y el agua está muy clara.

 

Recordando algunas buenas jornadas que realicé en algunas áreas que suelo pescar en verano, elegí dejarme llevar por los recuerdos. Así que empezaríamos en un azud particular del que pensaba sería la elección estratégica correcta.

 

Una vez la barca en el agua, primero tocaba mirar el río. A pesar de que sus aguas se han aclarado bastante, todavía está un poco teñido. La corriente es lo suficientemente fuerte, el objetivo será encontrar áreas donde las luciopercas se reúnan, lejos de la corriente y cerca del pez pasto.

 

Remontamos el cauce hasta llegar a lo que podría ser un área ideal. Una entrada al lago colindante con aguas más claras. La corriente en la salida forma hermosos remolinos cerca del desnivel principal y el agua clara se mezcla con el agua teñida con el Sena.

 

Comenzamos justo aguas abajo de la salida porque hay pescadores que se nos han adelantado y ya están peinando el área, justo donde nos gustaría pescar.

 

Comienzo mi sesión al drop shot con un D'fin de 5 '' color Lime Pearl montado en Texan con un anzuelo 5/0. Lanzo a la orilla donde una excelente contracorriente me dice que una lucioperca debe estar por aquí… ¡Y bingo! ¡En el segundo lance ya está tirando de mi línea!

 

 

Vamos aguas arriba y pasamos junto a 2 jóvenes pescadores con los que simpatizamos. Nos dicen que hace 2 semanas, los peces estaban muy activos pero que las condiciones han cambiado desde entonces y que la pesca se ha vuelto más complicada. Entramos al lago pero los ecos de los peces son casi inexistentes. Elegimos ir a otro lugar similar aguas abajo.

 

Después de unos minutos de navegación, llegamos al sitio y le sugiero a Romain que comience en lineal. Yo me decanto por mi caña Prorex AGS de 2/10 g. ¡Desde que la uso, me he vuelto un completo fanático de esta caña! Cambio el tamaño y el color de Dfin, eligiendo un modelo de 4” de color UV Perch, con cabeza plomada de 5 g. Lanzo al límite de la corriente y después de algunas repeticiones, un gran toque resuena en mi mano. La caña está bien doblada y Romain se ríe de mí, porque a la vista de la flexión de mi 2/10 g, piensa que es un pez pequeño y que es sólo la delicadeza de mi bastón lo que nos hace creer que es un pez hermoso. Personalmente, creo que está celoso porque aún no ha tocado ningún pez, jajaja… Al fin veo un buen lucio subiendo a la superficie con el señuelo completamente encajado en su boca. Estoy muy contento con esta pequeña caña, que amortiguó la lucha y me permitió hacerme con este pez sin cortar mi fluorocarbono Prorex de 30 centésimas.

 

 

Romain se estrena con una perca y una lucioperca.

 

 

Las picadas se están volviendo escasas, por lo que pasamos a una técnica vertical, con una cabeza plomada de 15 g. También llevo la barca justo hasta el límite de la corriente de la salida del lago y en la primera pasada me hago con una pequeña perca. Luego, después de haber girado bien sobre el área, decidimos probar en un pozo de 9 m situado en un brazo paralelo al brazo principal del Sena. La corriente es realmente fuerte en esta área y tratamos de pescar una gran contracorriente pero sin éxito. Los amigos se unen a nosotros y aprovechamos la oportunidad para comer algo juntos.

 

Decidimos regresar a la salida del pequeño lago. Entramos un poco en el brazo del lago y anclamos la barca. Sugiero a Romain que peine el sector en lineal. Como estamos en el medio del brazo con 5 m de agua y con una corriente ligera, elijo una cabeza plomada de 7 g. Trato de bajar un poco el tamaño del señuelo y pongo un D’Fin de 4" Mi señuelo planea justo como yo quiero, el sol está empezando a calentarnos y puede que se activen los peces. Y pensando en esto, de repente el D’Fin es interceptado por un hermoso pez.

 

¡Una picada que nos hace subir la moral!

 

 

Insistimos en el área con técnica lineal y Romain tiene una buena picada, pero el pez huye hacia la orilla y corta la línea... todo un señor Pike que debe estar por la zona, y que debe ser realmente grande. ¡Qué lástima!

 

Después de un tiempo sin peces, partimos nuevamente para navegar hacia la otra entrada del lago. Al llegar, descubrimos que ya no hay pescadores en la zona. Empiezo remontar el desnivel que no pudimos pescar por la mañana y allí, ¡qué sorpresa! La ecosonda nos muestra que el desnivel está lleno de peces. Descubrimos que están muy cerca de la orilla y que los 2 jóvenes que pescaban la zona por la mañana simplemente lanzaban sus señuelos demasiado lejos. Esa es, seguramente, la razón por la que no obtuvieron resultados.

 

Desde que obtenemos los primeros ecos en la ecosonda, llegan las primeras picadas, con peces de buen calibre, alrededor de 70 cm. El vivero se llena a gran velocidad…

 

 

 

Dando vueltas sobre la zona, tenemos la impresión de que las luciopercas se apilan unas sobre otras. Romain me propone bajar un poco más dentro de la corriente, así que mantengo el motor marcha atrás mientras mantengo contacto con el fondo y tengo un toque magistral. El pez es pesado, pero no llegaré a verlo, pues se desclavará después de unos segundos.

 

Llegamos por debajo del spot y nos adentramos en la zona tranquila para subir tranquilamente. Romain recibe un gran toque y la línea se corta al momento. Definitivamente, no tiene suerte... Adentro la barca un poco más en la corriente, cabeza plomada de 15 g y D’fin de 5" color Motor Oil Ayu. ¡Tengo una picada bestial! La pelea es muy pesada, tengo la impresión de que este pez nunca verá la luz del día y tengo miedo de que se desclave, pero Romain consigue deslizarlo en la red de la sacadera y exploto de alegría. ¡Un pez sublime!

 

 

La luminosidad comienza a disminuir y Romain me anuncia que está cambiando a colores más llamativos. Me roba un D’fin color Lime Pearl, siempre de 5", con el que encadenará algunos peces.

 

 

El sol se pone detrás de los árboles con el fin del día y los peces suben a cazar en la meseta a 2 m de profundidad. A cada pasada con la barca tenemos picadas... ¡es increíble!

 

 

Después de una buena euforia, está oscureciendo y ya es hora de irse a casa.

 

Las picadas han tenido lugar a pocos metros de la orilla en las dos zonas de pesca. 

 

Nos vemos pronto, para contaros una nueva salida de pesca.

 

Charly